¿Qué es un ictus?
El Ictus, también llamado accidente vascular cerebral (AVC), ataque cerebrovascular, hemiplejía, es un término que engloba a una serie de trastornos cerebrovasculares, donde podemos encontrar: el infarto cerebral, la hemorragia cerebral y la hemorragia subaracnoidea.
Entre sus secuelas están la alteración de la sensibilidad, la pérdida de fuerza y coordinación. Por ello, el tratamiento de fisioterapia después del ictus es fundamental.
Tipos de ictus
Existen diferentes tipos de ictus:
Isquémico: es el que se produce con más frecuencia (80% aprox.). Sucede cuando una arteria cerebral se obstruye y disminuye el riego sanguíneo en una zona del cerebro. Todo ello, origina la muerte de neuronas por la falta de nutrientes y oxígeno que van en la sangre.
Hemorrágico: Sucede cuando hay sangre en el tejido cerebral o dentro de los compartimentos cerebrales llamados ventrículos (hemorragia cerebral), o bien, cuando la sangre se encuentra en el espacio que rodea el cerebro, conocido como espacio subaracnoideo (hemorragia subaracnoidea). Esta liberación de sangre provoca daño y desplazamiento de las estructuras cerebrales.
Factores de riesgo
Es importante tener en cuenta los siguientes factores de riesgo, ya que nos pueden ayudar a prevenir un ictus.
- Sexo y edad: La incidencia en ictus aumenta con la edad, especialmente a partir de los 55 años, y es más común en hombres.
- Diabetes: La intolerancia a la glucosa y la diabetes se asocian con un mayor riesgo de ictus, y este aumenta con el grado de intolerancia a la glucosa.
- Presión Arterial: Un incremento en la presión arterial está asociado con un mayor riesgo de ictus, tanto en hombres como en mujeres.
- Malos hábitos alimenticios: El consumo excesivo de sal, así como de folato, vitamina B6 y B12, son factores de riesgo. Por ello se recomienda limitar el consumo de grasas saturadas y consumir cantidades adecuadas de frutas y verduras.
- Obesidad: La obesidad está relacionada con la hipertensión arterial, el colesterol alto y la hiperinsulinemia.
- Tabaco, alcohol y drogas: El consumo excesivo de estas substancias pueden aumentar el riesgo. Además, perjudica en más en adolescentes y adultos jóvenes.
- Actividad física: El ejercicio físico regular tiene un efecto positivo en la reducción del riesgo de ictus, ya que mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la agregación plaquetaria, ayuda a controlar el peso y la presión arterial, y aumenta los niveles de HDL-colesterol.
Síntomas
Alteraciones motoras: Reacciones exageradas al estiramiento, esquemas elementales del movimiento, déficit de reclutamiento muscular.
Alteraciones Sensitivas:Sensibilidad superficial (dolor, temperatura y tacto groller) y profunda (posición, movimiento y tacto discriminativo).
Alteraciones cognitivas: atención, concentración, memoria, capacidad para aprender nuevos conceptos, rigidez de pensamiento, alteraciones visuales, en el lenguaje o la capacidad de solucionar problema.
Recuperación después del ictus
La recuperación después de un ictus varía de persona a persona y depende de varios factores. Influye la gravedad de la lesión cerebral del accidente cerebrovascular y de la realización inmediata de una rehabilitación. Aunque la recuperación y los logros suele ser más notable en las semana y meses inmediatamente después del ictus, también es posible mejorar hasta 12-18 meses después.
La rehabilitación es un proceso que lleva tiempo, y es normal enfrentar desafíos en el camino. La dedicación y la voluntad de trabajar con los fisioterapeutas y la implicación de las familias en le proceso son fundamentales para obtener los mejores resultados.
Es importante mencionar que es favorable en la recuperación poseer motivación y un buen estado de ánimo, el apoyo de amigos y familiares, y sobretodo hacer una rehabilitación inmediatamente después del ictus.
Tratamiento de fisioterapia
El fisioterapeuta se ocupa de recuperar el movimiento, la funcionalidad en todas las etapas de la patología.
Y junto con otros especialistas, como el logopeda (lenguaje/disfagia) y el neuropsicólogo, trabajan para garantizar la máxima recuperación de la funcionalidad en las actividades de la vida diaria de la persona afectada.
Los estudios muestran que las personas que hacen rehabilitación tras un ictus se recuperan mucho mejor.
Los ejercicios físicos, llevados a cabo por un fisioterapeuta, tienen como objetivo mejorar la fuerza, la movilidad y coordinación.
La rehabilitación y los ejercicios terapéuticos por un fisioterapeuta se deben comenzar lo antes posible para aprovechar la capacidad del cerebro para adaptarse (plasticidad cerebral).
Los programas son personalizados y deben combinar diferentes especialidades: fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional y psicología según las necesidades del paciente.
Técnicas de fisioterapia
En una persona sana el cerebro trabaja de manera conjunta, utilizando áreas cognitivas, perceptivas y motoras al realizar movimientos. En la rehabilitación de una persona que ha tenido un ictus es importante abordar estos aspectos en su conjunto. Por ello, en la fisioterapia se realizan ejercicios neurocognitivos, los cuales plantean al paciente desafíos mentales mientras se le guía físicamente. Estos ejercicios incluyen usar ayudas físicas, ejercicios terapéutico cognitivos con la orientación de un fisioterapeuta, profesional especializado en neurología.
Las técnicas que se utilizan en fisioterapia se centran en trabajar movimientos globales en diferentes planos, utilizados en el día a día: sentarse levantarse, subir y bajar escaleras, deambualación, vestirse, elevar brazos para alcanzar objetos etc.
Además, en la fisioterapia se utilizan técnicas como las diagonales de Kabat, Método Bobath, entre otras, para estimular los sistemas del organismo.
Recuerda en Fisiobalancehome disponemos de un equipo interdisciplinar con especialistas en neurología
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